Queimada, bebida tradicional gallega

Mouchos, coruxas, sapos e bruxas…🌙🦉🦇🧙‍♀️

¿Te suena de algo? Si has visitado Galicia, es muy probable que lo hayas escuchado antes: es así como comienza el conjuro que acompaña la elaboración de la tradicional queimada la bebida gallega por excelencia.

La queimada es una bebida alcohólica de elaboración popular, pero va mucho más allá: representa una tradición con una larga historia en nuestra región. Es elaborada en festividades y reuniones con la intención de ahuyentar meigas y malos espíritus y purificar cuerpo y alma.

El Origen de la queimada

Su origen se remonta a las antiguas prácticas celtas que llegaron a la región hace más de 2000 años y a la rica tradición mitológica de Galicia. Según la leyenda, la queimada fue creada por los druidas para ahuyentar a los malos espíritus y proteger a la comunidad de las fuerzas del mal.

Los celtas, conocidos por su misticismo y rituales relacionados con la naturaleza y el fuego, introdujeron muchas prácticas que han perdurado en la cultura gallega. Entre estas, el uso del fuego como elemento purificador y protector es una de las más destacadas.

Como quien enciende una hoguera, al encender el aguardiente en la Queimada, se invoca el poder del fuego para quemar las malas energías y purificar el ambiente. El “Conxuro da Queimada”, recitado mientras la bebida arde, es un eco de los antiguos conjuros que buscaban proteger a la comunidad y atraer la buena fortuna. La luz de las llamas, bailando en la oscuridad de la noche, crea una atmósfera mística que conecta a los participantes con la sabiduría ancestral de los druidas y sus prácticas espirituales.

El trisquel es el principal símbolo celta y consiste en una espiral con tres cabezas que representan los tres elementos básicos de la naturaleza: el agua, la tierra y el fuego. Quienes apoyan esta teoría de que la Queimada proviene de época castrexa afirman también que este ritual aúna, como el trisquel, los tres elementos: el recipiente de barro donde se prepara la mezcla sería la tierra, el aguardiente simbolizaría el agua y, por último, el fuego.

Sin embargo, otros antropólogos sitúan sus orígenes en una época mucho más reciente, en torno a la década de 1950. En la Galicia rural del siglo XIX en adelante era muy común la elaboración de aguardiente casero, que en ocasiones se quemaba y tomaba como remedio para diversas dolencias. Serían gallegos emigrados quienes, movidos quizá por la morriña de su tierra y sus costumbres, comenzarían la tradición de reunirse y elaborar este brebaje acompañándolo de “conjuros” que ellos mismos componían, de nuevo con la intención de ahuyentar los malos espíritus.

¿Qué lleva queimada tradicional?

Aunque su receta varía según la zona de Galicia donde nos encontramos, la Queimada tradicional se elabora con aguardiente, azúcar, granos de café, rayadura de limón o naranja y canela entre otros ingredientes.

Lo que sí sabemos qué es lo que más cautiva a los que la presencian:

Los presentes deberán estar en la oscuridad de la noche y una vez reunidos los asistentes, el maestro de ceremonias, encargado de preparar la Queimada, vierte aguardiente y azúcar en un recipiente de barro cocido. En otro recipiente de pequeño tamaño, normalmente el propio cucharón que se usa para remover, se coge un poco del aguardiente y  del azúcar disuelto y se le prende fuego.  Al introducir el cucharón en el recipiente grande, toda la mezcla arde en llamas dando comienzo al mágico y evocador espectáculo.

Es entonces cuando, a la luz de las hipnóticas llamas azuladas, se recita el  Conxuro da Queimada. Aunque existen variantes, este es un extracto de una de las más extendidas, escrita en 1967 por el poeta Mariano Marcos Abalo:

En gallego
Mouchos, coruxas, sapos e bruxas;
demos, trasnos e diaños;
espíritos das neboadas veigas,
corvos, pintegas e meigas;
rabo ergueito de gato negro
e todos os feitizos das menciñeiras…

Podres cañotas furadas,
fogar de vermes e alimañas,
lume da Santa Compaña,
mal de ollo, negros meigallos;
cheiro dos mortos, tronos e raios;
fuciño de sátiro e pé de coello;
ladrar de raposo, rabiño de martuxa,
oubeo de can, pregoeiro da morte…
(…) Con este cazo
levantarei as chamas deste lume
que se asemella ao do inferno
e as meigas ficarán purificadas
de tódalas súas maldades.
Algunhas fuxirán
a cabalo das súas escobas
para iren se asulagar
no mar de Fisterra.

Ouvide! Escoitade estos ruxidos…!
Son as bruxas que están a purificarse
nestas chamas espiritosas…
E cando este gorentoso brebaxe
baixe polas nosas gorxas,
tamen todos nós quedaremos libres
dos males da nosa alma
e de todo embruxamento. Forzas do ar, terra, mar e lume!
a vós fago esta chamada:
se é verdade que tendes máis poder
ca humana xente,
limpade de maldades a nosa terra
e facede que aquí e agora
os espiritos dos amigos ausentes
compartan con nós esta queimada”.  
En castellano
Búhos, lechuzas, sapos y brujas;
Demonios, duendes y diablos;
espíritus de las vegas llenas de niebla,
cuervos, salamandras y hechiceras;
rabo erguido de gato negro
y todos los hechizos de las curanderas…

Podridos leños agujereados,
hogar de gusanos y alimañas,
fuego de la Santa Compaña,
mal de ojo, negros maleficios;
hedor de los muertos, truenos y rayos;
hocico de sátiro y pata de conejo;
ladrar de zorro, rabo de marta,
aullido de perro, pregonero de la muerte… (…)

Con este cazo
elevaré las llamas de este fuego
similar al del Infierno
y las meigas quedarán purificadas
de todas sus maldades.
Algunas huirán
a caballo de sus escobas
para irse a sumergir
en el mar de Finisterre.

¡Escuchad! ¡Escuchad estos rugidos…!
Son las brujas que se están purificando
en estas llamas espirituales…
Y cuando este delicioso brebaje
baje por nuestras gargantas,
también todos nosotros quedaremos libres
de los males de nuestra alma
y de todo maleficio. ¡Fuerzas del aire, tierra, mar y fuego!
a vosotros hago esta llamada:
si es verdad que tenéis más poder
que los humanos,
limpiad de maldades nuestra tierra
y haced que aquí y ahora
los espíritus de los amigos ausentes
compartan con nosotros esta queimada”.  
   

Aunque la Queimada se elabora en reuniones y celebraciones informales de todo tipo, destaca su vínculo con la noche del 23 de junio: la noche meiga. Lo que hoy en día se ha convertido en la celebración cristiana de San Juan, tiene su origen en una festividad pagana que conmemoraba el solsticio de verano. La noche más corta del año, cuando la luz vence a las tinieblas. Esta celebración tiene una larga tradición en Galicia y está asociada con diferentes costumbres y ritos -muchos de ellos relacionados con el fuego-que se han transmitido de generación en generación hasta día de hoy: entre ellos, la Queimada.

La Queimada trasciende la simple preparación de un licor, se trata de una manifestación de la cultura gallega y de su rica tradición.

Un ritual lleno de simbolismo e implicaciones espirituales que, sin embargo, no solo busca ahuyentar los malos espíritus, sino que también es un medio para fortalecer lazos.

A medida que la Queimada continúa siendo parte de festividades y reuniones, se afianza como parte del patrimonio intangible de la región.

Si tienes la oportunidad de participar en este mágico ritual, ¡no lo dudes! Estamos seguros de que no te dejará indiferente.

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